En la actualidad, más de 1,1 millones de mujeres españolas con alto riesgo de fractura siguen sin recibir tratamiento para la osteoporosis, a pesar de la disponibilidad de medicamentos seguros y eficaces. Estas son las principales conclusiones de un nuevo informe publicado por el programa Capture the Fracture® de la Fundación Internacional de Osteoporosis (IOF, sus siglas en inglés), en colaboración con destacados expertos españoles, entre los que se encuentran miembros del Comité Científico de la Plataforma para la Prevención de Fracturas por Osteoporosis (PFO).
El informe Soluciones para la prevención de fracturas en España (disponible en español e inglés) describe la carga de la osteoporosis (así como las fracturas que ocasiona) y el panorama político actual en España. Además, sugiere las recomendaciones políticas que ayudarían eficazmente a reducir las fracturas por fragilidad en la población.
El Dr. Philippe Halbout, director general de la Fundación Internacional de Osteoporosis (IOF), agradece a los expertos españoles que han colaborado para publicar la guía. “El informe es un recurso único que proporciona una ‘hoja de ruta’ con soluciones eficaces que, en sinergia, conducirían a la reducción de las fracturas relacionadas con la osteoporosis en España. Si todas las partes interesadas que tienen el interés de los pacientes en el corazón trabajan en colaboración y toman medidas a nivel nacional y regional, el resultado será un menor número de fracturas, mejores resultados para los pacientes, reducción de los costes sanitarios y, lo que es más importante, vidas salvadas», declara.
Osteoporosis y fracturas por fragilidad
La osteoporosis provoca fracturas óseas que suponen una inmensa carga personal y social, con el consecuente coste para el sistema sanitario español. Actualmente, el gasto sanitario relacionado con esta enfermedad esquelética asciende al menos a 4.300 millones de euros anuales, de los que aproximadamente 2.200 millones se atribuyen a discapacidades de larga duración.
«Dado el envejecimiento de la población y el actual déficit de tratamiento, se prevé que el número de fracturas por fragilidad en España aumente un 30% en los próximos 15 años», explica el Dr. Manual Naves, especialista en metabolismo óseo en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y miembro del Comité Científico de la PFO.
Además, el Dr. Naves añade que «se calcula que por cada 1.000 personas mayores de 50 años se pierden 12 años debido a la discapacidad, por no hablar de la elevada mortalidad que sigue a las fracturas de cadera, tras las cuales 1 de cada 3 pacientes fallece en un plazo de 2 años. Aparte del trágico coste humano, este aumento en el número de personas que necesitan cirugía y cuidados de larga duración amenaza con desbordar la capacidad de nuestros servicios sanitarios. Ahora es el momento de aplicar soluciones probadas para atajar esta creciente crisis de las fracturas».
La implantación de las Unidades de Coordinación de Fracturas
Asimismo, el informe recomienda específicamente la implantación de sistemas coordinados de atención después de una fractura conocidos como Unidades de Coordinación de Fractura (FLS). Las FLS sirven para identificar, tratar y monitorizar a los pacientes que han sufrido una primera fractura y que tienen un mayor riesgo de sufrir más, especialmente en los dos primeros años. En la actualidad, sólo alrededor del 18% de los hospitales españoles cuentan con un servicio de este tipo.
El Dr. José Ramón Caeiro, jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología en el Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela (CHUS) y miembro del Comité Científico de la PFO. indica que «un hospital sin una FLS está perdiendo la oportunidad de prevenir fracturas recurrentes, que son potencialmente mortales y costosas para el sistema sanitario».
De hecho, según el Dr. Caeiro «un modelo de simulación estima que una mayor implantación de FLS en todo el país llevaría a la prevención de unas 3.560 fracturas por fragilidad posteriores en los próximos 5 años, y supondría mejoras sustanciales en los resultados de los pacientes, menos cirugías y hospitalizaciones, y un mayor ahorro que las intervenciones para otras enfermedades crónicas».
Además de aconsejar la implantación de más FLS en España para aumentar las tasas de cribado, diagnóstico y tratamiento tras una fractura, el informe también pide que las autoridades sanitarias reconozcan la osteoporosis como una enfermedad crónica y progresiva. Actualmente, a pesar de su inmensa carga en la población de edad avanzada, la osteoporosis se descuida en comparación con otras patologías crónicas.
La fractura por fragilidad también debería ser prioritaria dentro de la gestión sanitaria, incluso implicando a los proveedores de Atención Primaria en la prevención secundaria de fracturas. Asimismo, habría que aumentar la concienciación pública sobre la osteoporosis y, una forma de hacerlo es capacitar a las asociaciones de pacientes para que comuniquen la carga que supone la osteoporosis.
Por último, el informe recomienda ampliar los registros nacionales de fracturas, lo que permitiría a las autoridades sanitarias cuantificar la carga de fracturas y aportaría datos para medir la eficacia de las FLS, los resultados en los pacientes y las áreas en las que es necesario mejorar la calidad