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Factores de riesgo

Las fracturas por osteoporosis son prevenibles y evitarlas supondría minimizar el impacto emocional, social y económico. Por ello, es importante incidir en algunos factores que, si bien no son definitorios, son fundamentales para los profesionales sanitarios a la hora de analizar la salud de los huesos. Algunos de esos factores incluyen:

Sexo: La osteoporosis es una enfermedad que mayoritariamente afecta a las mujeres.

Edad: La fragilidad de los huesos aumenta a medida que se crece, ya que el ritmo de generación ósea va disminuyendo frente al ritmo de desgaste.

Menopausia: Este acontecimiento en las mujeres provoca una aceleración en el proceso de destrucción del hueso. En las mujeres que han padecido menopausia precoz, es decir, antes de los 45 años, el riesgo es mayor.

Bajo peso: Estar en una situación de infrapeso, es decir, un peso demasiado bajo para tu estatura también podría suponer un factor de riesgo.

Pérdida de altura: Haber perdido 3 centímetros de altura, sin explicación aparente, puede ser un indicativo de esta enfermedad.

Antecedentes familiares de fractura: Disponer en la familia (padre o madre) de antecedentes de fractura de cadera también es indicativo de esta enfermedad.

Historial previo: Haber sufrido una fractura por osteoporosis incrementa el riesgo de sufrir otra, por lo que este factor es determinante. De hecho, el 80% de las personas que han tenido al menos una fractura por osteoporosis no está diagnosticada ni tratada14 .

 

Además, también se consideran factores de riesgo la inactividad o falta de ejercicio físico, el uso prolongado en el tiempo de glucocorticoides, así como poseer hábitos nocivos para la salud como la ingesta de alcohol y café en exceso o tabaquismo.